Posición saludable de la cadera
en el portabebés, sillas para coche, columpios, tacatás, andadores y
otros dispositivos infantiles.
Resumen:
La Junta de Asesoría Médica del IHDI no respalda ni asesora en contra
de cualquier portabebés o dispositivo para transportar al bebé en
particular u otros dispositivos. El propósito de esta declaración
educativa es proporcionar información sobre el desarrollo de la cadera
sana, para guiar a los fabricantes en el desarrollo de diseños
seguros para los dispositivos infantiles y ayudar a los padres a tomar
decisiones informadas acerca de los dispositivos que utilizan para sus
bebés. Se anima a los padres y cuidadores a elegir un portabebé
que permita la colocación de la cadera sana, además de las
consideraciones de seguridad. Cuando los bebés son porteados, se debe
permitir que las caderas se encuentren separadas de los muslos con el
apoyo y la inclinación adecuadas de las caderas.
Declaración Educativa:
El IHDI recomienda una correcta posición de la cadera sana para todos
los bebés, para estimular así el desarrollo normal de la cadera. Dentro
del útero, el bebé pasa mucho tiempo en posición fetal. En esta posición
ambas caderas y rodillas están dobladas o flexionadas.
Después
del nacimiento, se necesitan varios meses para que las articulaciones
se estiren de forma natural. Los bebés que han estado en la posición
podálica (de nalgas) pueden necesitar más tiempo para estirarse de forma
natural. La articulación de la cadera es una articulación de rótula.
Durante los primeros meses de vida de la rótula es más probable que se
suelte dentro de la cavidad, ya que los bebés son naturalmente flexibles
y debido a que los bordes de la cavidad están hechos de cartílago
blando como el cartílago de la oreja, si las caderas se ven obligadas a
mantener una posición extendida y forzada
demasiado pronto, la rótula de la cadera está en riesgo de deformar los
bordes de la cavidad en forma de copa (displasia de la cadera), o poco
a poco deslizarse fuera de la cuenca totalmente (luxación de cadera).
La Displasia o dislocación de la cadera en los bebés no es dolorosa por
lo que ésta puede pasar desapercibida hasta la edad de caminar, o
también puede favorecer una dolorosa artritis en la edad adulta. El
riesgo de la displasia de cadera o luxación es mayor en los primeros meses de vida.
A los seis meses de edad, la mayoría de los bebés han duplicado casi su
tamaño, las caderas están más desarrolladas y los ligamentos son más
fuertes, por lo que son menos susceptibles a la displasia de cadera en
desarrollo.
La
posición menos saludable para las caderas en la infancia es cuando las
piernas se mantienen en extensión de las caderas con las rodillas
extendidas, las piernas estiradas y juntas, es decir lo contrario de la
posición fetal. El riesgo para las caderas es mayor cuando esta posición
(no fetal), poco saludable, se mantiene durante mucho tiempo. La
correcta posición de la cadera sana evita posiciones que pueden causar o
contribuir al desarrollo de displasia de cadera o luxación. La posición más saludable para las caderas es de las caderas abiertas con los muslos apoyados y la correcta inclinación de las caderas y las rodillas. Esta
posición ha sido llamada la posición de jinete, posición a horcajadas,
la posición de la rana o la posición humana, y es la posición que
favorece la libre circulación de las caderas sin forzarlas, favoreciendo
además el desarrollo de la cadera de forma natural.
Algunos
tipos de porta bebés y otros dispositivos pueden afectar a la posición
de la cadera sana. Estos dispositivos incluyen, pero no se limitan a los
portabebés, sling (bandoleras), arrullos, bolsas, asientos de coche,
andadores, puentes, columpios, y a otros artículos que moldean el
asiento del bebé. Estos dispositivos sin darse cuenta podrían colocar
las caderas en una posición poco saludable, especialmente cuando se
utiliza durante largos periodos de tiempo. Cualquier dispositivo que
sujeta las piernas de un bebé en una posición poco saludable debe ser
considerado como un riesgo potencial para el desarrollo anormal de la
cadera. También es importante evaluar el tamaño del bebé, y que coincida
el dispositivo y el soporte para el tamaño del niño para que las
caderas puedan estar en condiciones saludables durante el transporte.
Los padres deben estar informados de la investigación en la seguridad
general y los riesgos de cualquier dispositivo que deseen utilizar. En
caso de duda, se recomienda la participación de su especialista médico,
como en cualquier otra decisión que pueda ser médicamente relevante.
Esta
serie de dibujos muestran los dispositivos típicos que permiten el
posicionamiento de la cadera sana en comparación con aquellos que no lo
hacen.
Posicionamiento en Asientos o Sillas de coches
Posicionamiento en Portabebés
El Instituto Internacional de displasia de cadera
fue fundado por Larry the Cable Guy y su esposa a través de su
Fundación GIT-R-Done, para proporcionar información y apoyo a todos los
afectados por la displasia de cadera. Gracias a su generosidad podemos
ayudar a los afectados por la displacía de cadera, y mejorar la
educación, la investigación y tratamiento de este trastorno común.
Artículo original para la Prevención de la Displasia de Cadera: Posición Saludable de la Cadera en Portabebés, Asientos y otros dispositivos. Hip Health in Baby Carriers, Seats and others equipements.
La Prevención de la Displasia de Cadera en Portabebés, Sillas y otros dispositivos Infantiles.
Este texto es una traducción del original en Inglés, del Instituto Internacional de Displasia de Cadera en EEUU (International Hip Displasia Institute)
Es una declaración sobre el correcto posicionamiento de las caderas del
bebé en los distintos dispositivos que se utilizan para llevar a los
bebés. Por su contenido y relevancia hemos solicitado al IHDI, realizar
su traducción y su publicación a través de Red Canguro. Amablemente nos
han dado su permiso. Traducción Mercedes Granda de www.MiSaquitoMagico.com.es/blog
Acerca de Red Canguro:
La Red Canguro, Asociación Española por el Fomento del Uso de Portabebés, es una asociación sin ánimo de lucro que se estableció en noviembre de 2008 con los fines de fomentar el uso de portabebés entre madres y padres y cualquier persona interesada, difundir información relacionada, servir de contacto y apoyo a personas que deseen iniciarse en el mundo de los portabebés, alentar el encuentro e intercambio de información y experiencias entre personas usuarias de los mismos, aumentar el nivel de conocimientos sobre el porteo de bebés en castellano y fomentar y difundir la crianza con apego. Para más información sobre estos temas, visita: http://www.redcanguro.org
La Red Canguro, Asociación Española por el Fomento del Uso de Portabebés, es una asociación sin ánimo de lucro que se estableció en noviembre de 2008 con los fines de fomentar el uso de portabebés entre madres y padres y cualquier persona interesada, difundir información relacionada, servir de contacto y apoyo a personas que deseen iniciarse en el mundo de los portabebés, alentar el encuentro e intercambio de información y experiencias entre personas usuarias de los mismos, aumentar el nivel de conocimientos sobre el porteo de bebés en castellano y fomentar y difundir la crianza con apego. Para más información sobre estos temas, visita: http://www.redcanguro.org
Por Anna Adsuar Lledó, fisioterapeuta.
De su blog Fisiocatessen.
En la última publicación os estuve hablando sobre los portabebés y os
hablé muy por encima de como favorecían en el desarrollo del bebé. Hoy
quiero hablaros de cómo afectan los diferentes tipos de portabebés en el
desarrollo “físico” de éste.
Antes de empezar a hablaros de cada tipo de portabebés, me gustaría
hacer un pequeño resumen-recordatorio sobre las cualidades físicas que
estos presentan al nacer:
Durante el transcurso de la evolución de la especie humana, pasamos
de la cuadrupedia a la bipedestación. Esto indujo al enderezamiento de
la columna y más tarde a la inversión de la curvatura lumbar. Cuando
nacemos, la columna vertebral del bebé es cóncava. A los pocos meses de
vida, cuando el bebé empieza a tener control cefálico, comienza a
aparecer la lordosis cervical, a los 13 meses de vida y con la aparición
de la bipedestación y la marcha, la columna pasa de ser cifótica a
rectilínea. A partir de los tres años es cuando empezaremos a observar
una ligera lordosis lumbar que se consolidará a los 8 años y se adoptará
una cifosis definitiva a los 10 años de edad.
Otra cosa que quiero comentar brevemente antes de empezar a hablaros
de los diferentes portabebés es de la luxación congénita de cadera. La
luxación congénita de cadera es la pérdida de congruencia de la cavidad
cotiloidea y la cabeza femoral. Puede tener un tratamiento conservador,
si es leve y quirúrgico si con el tratamiento conservador no se
soluciona el problema y sigue la cadera o caderas luxadas. Se pueden
usar algún tipo de órtesis que se colocan dentro del pañal para mantener
las caderas del bebé en abducción (que es la posición en la cual la
cabeza femoral está totalmente en contacto con la caviudad cotiloidea,
existen unos tipos de arneses que le mantienen la posición o el simple
“doble pañal” que es tan conocido por las mamis con bebés con
problemas).
Después de este breve recordatorio, os voy a empezar a hablar de
alguno de los diferentes tipos de portabebés que existen, y de cómo
afectan en el desarrollo físico:
Primeramente os voy a hablar de las mochilas portabebés.
Las podeis encontrar de varias marcas: Chicco, Babybjorn, … Estas
mochilas consisten en unos tirantes que van desde la espalda hacia
delante y una cincha lumbar, unidos a la cesta portabebés que
llevaremos sobre nuestro tórax y abdomen. Este tipo de mochila ha estado
evolucionando y siguen investigando el cómo mejorarlas para que la
postura del bebé sea adecuada. Las nuevas mochilas portabebés llevan un
soporte para la cabeza muy importante, porque los primeros meses de
vida el bebé no tiene aun control cefálico (control de la cabeza) y
podría ser peligroso que se quedara la cabeza colgando. Estos tipos de
portabebé-mochila, también incluyen un soporte lumbar para la madre, el
cual lo podrá poner a su medida y colocar el bebé lo más cerca del
cuerpo posible, para que las lumbares no sufran tanto, aunque no
recomiendo ningún tipo de mochila portabebés cuando la madre sufre
lumbalgia (sobretodo en la fase aguda).
Los inconvenientes que le veo a este tipo de mochila-portabebés
convencionales son: la posición de las piernas del bebé no es la
adecuada, ya que se le sujeta al bebé desde la pelvis quedando las
piernas colgando, si el bebé tuviera una luxación o cualquier otro tipo
de enfermedad congénita en la cadera no podría usarla. El porqué de no
poder usarla es que al llevar las piernas colgando la cabeza femoral no
está totalmente dentro de la cavidad cotiloidea y no facilitaría o no
ayudaría a la recuperación de la enfermedad. Lo adecuado sería que se le
sujetara al bebé por el muslo (en la parte distal) para que las piernas
quedaran en abducción (piernas abiertas), con las rodillas flexionadas y
a un nivel superior de la articulación de la cadera (posición de ranita).
Aunque el bebé no tenga ningún tipo de patología en las caderas, es recomendable que las lleve en esta posición para evitar que se pueda luxar y así poder llevar un desarrollo más satisfactorio.
Por esto, este tipo de portabebés no me gusta nada en este aspecto.
Aunque el bebé no tenga ningún tipo de patología en las caderas, es recomendable que las lleve en esta posición para evitar que se pueda luxar y así poder llevar un desarrollo más satisfactorio.
Por esto, este tipo de portabebés no me gusta nada en este aspecto.
También me han comentado que estos tipos de portabebés son bastante
dificiles de poner y se suele necesitar ayuda para ponértelos, aunque
poco a poco van mejorando y van siendo más prácticos.
Otro de los inconvenientes que veo es que todo el peso del bebé, como antes he comentado, se encuentra sobre la pelvis y por lo tanto sobre los genitales del bebé. Esto puede provocarle problemas en el aparato reproductor en un futuro o cualquier tipo de patología. Me parece un aspecto muy importante también a tener en cuenta.
Otro de los inconvenientes que veo es que todo el peso del bebé, como antes he comentado, se encuentra sobre la pelvis y por lo tanto sobre los genitales del bebé. Esto puede provocarle problemas en el aparato reproductor en un futuro o cualquier tipo de patología. Me parece un aspecto muy importante también a tener en cuenta.
Antes de empezar a hablaros de los otros tipos de portabebés que
existen, he de deciros que no todos los portabebés mochila que existen
son como os he comentado; si quereis adquirir uno de estos debeis
fijaros y tener muy en cuenta en cómo le sujeta las piernas al bebé y
dónde cae todo el peso de su cuerpo, también en que tenga un soporte
para apoyar la cabeza y que el bebé pueda mantener la postura cifótica
(en C) de la columna vertebral hasta que empiece a desarrollar.
En cambio hay otro tipo de portabebés que son ergonómicos,
como son: los fulares portabebés, bandoleras de anillas, mai tais,
furtais, ombuinos, pouchs,los paños africanos, bambará y algún tipo de
mochila ergonómica. Este tipo de portabebés pienso que tienen más que
ofrecer hacia el desarrollo del bebé y hacia el bienestar de la madre,
ya que son más fáciles de poner (no se necesita ayuda para colocarlos,
sólo un poco de práctica), se puede ajustar a la envergadura y cuerpo de
la mamá con el bebé sin ningún tipo de problema, el bebé mantiene una
postura más correcta con la columna en C, la cabeza bien sujeta apoyada
sobre el pecho de la mamá o papá y sujeta por el fular o portabebés
elegido (colocándolo bien) y el peso del cuerpo sobre la parte distal de
las piernas (no ocasionando así ningún tipo de patología en los
genitales)… Es decir, mantiene la postura en ranita del bebé
correctamente.
Personalmente, como fisioterapeuta pienso que estos portabebés son
más prácticos y más beneficiosos para la madre y para el correcto
bienestar y desarrollo del bebé.
A continuación os adjunto fotos de alguno de los tipos de portabebés ergonómicos:
- Declaración sobre el llanto de los bebés
Cuando un recién nacido aprende en una sala de nido que es inútil gritar... está sufriendo su primera experiencia de sumisión.
(Michel Odent)
Hombres y mujeres, científicas y profesionales que trabajamos en distintos campos de la vida y del conocimiento, madres y padres preocupados por el mundo en el que nuestros hijos e hijas van a crecer, hemos creído necesario hacer la siguiente declaración:
Es cierto que es frecuente que los bebés de nuestra sociedad Occidental lloren, pero no es cierto que 'sea normal'. Los bebés lloran siempre por algo que les produce malestar: sueño, miedo, hambre, o el más frecuente, y que suele ser causa de los anteriores, la falta del contacto físico con su madre u otras personas del entorno afectivo.
El llanto es el único mecanismo que los bebés tienen para hacernos llegar su sensación de malestar, sea cual sea la razón del mismo; en sus expectativas, en su continuum filogenético no está previsto que ese llanto no sea atendido, pues no tienen otro medio de avisar sobre el malestar que sienten ni pueden por sí mismos tomar las medidas para solventarlo.
El cuerpo del bebé recién nacido está diseñado para tener en el regazo materno todo cuanto necesita, para sobrevivir y para sentirse bien: alimento, calor, apego; por esta razón no tiene noción de la espera, ya que estando en el lugar que le corresponde, tiene a su alcance todo cuanto necesita; el bebé criado en el cuerpo a cuerpo con la madre desconoce la sensación de necesidad, de hambre, de frío, de soledad, y no llora nunca. Como dice la norteamericana Jean Liedloff, en su obra The Continuum Concept, el lugar del bebé no es la cuna ni la sillita ni el cochecito, sino el regazo humano. Esto es cierto durante el primer año de vida; y los dos primeros meses de forma casi exclusiva (por eso la antigua famosa 'cuarentena' de las recién paridas); luego, los regazos de otros cuerpos del entorno pueden ser sustitutivos algunos ratos. El propio desarrollo del bebé indica el fin del periodo simbiótico: cuando se termina la osificación y el bebé empieza a andar: entonces empieza poco a poco a hacerse autónomo y a deshacerse el estado simbiótico.
La verdad es obvia, sencilla y evidente.
El bebé lactante toma la leche idónea para su sistema digestivo y además puede regular su composición con la duración de las tetadas, con lo cual el bebé criado en el regazo de la madre no suele tener problemas digestivos.
Cuando la criatura llora y no se le atiende, llora con más y más desesperación porque está sufriendo. Hay psicólogos que aseguran que cuando se deja sin atender el llanto de un bebé más de tres minutos, algo profundo se quiebra en la integridad de la criatura, así como la confianza en su entorno.
Las madres y los padres, aunque nos han educado en la creencia de que 'es normal que los niños lloren' y que 'hay que dejarles llorar para que se acostumbren', y por ello estamos especialmente insensibilizadas para que su llanto no nos afecte, a veces no somos capaces de tolerarlo. Como es natural si estamos un poco cerca de ellos, sentimos su sufrimiento y lo sentimos como un sufrimiento propio. Se nos revuelven las entrañas y no podemos consentir su dolor. No estamos del todo deshumanizadas. Por eso los métodos conductistas proponen ir poco a poco, para cada día aguantar un poquito más ese sufrimiento mutuo. Esto tiene un nombre común, que es la ‘administración de la tortura', pues es una verdadera tortura la que infligimos a los bebés cuando hacemos ésto, y nos infligimos a nosotras mismas, por mucho que se disfrace de norma pedagógica o pediátrica.
Varios científicos estadounidenses y canadiense (biólogos, neurólogos, psiquiatras, etc.), en la década de los noventa, realizaron diferentes investigaciones de gran importancia en relación a la etapa primal de la vida humana; demostraron que el roce piel con piel, cuerpo a cuerpo, del bebé con su madre y demás allegados, produce unos moduladores químicos necesarios para la formación de las neuronas y del sistema inmunológico; en fin, que la carencia de afecto corporal trastorna el desarrollo normal de las criaturas humanas. Por eso los bebés, cuando se les deja dormir sol@s en sus cunas, lloran reclamando lo que su naturaleza sabe que les pertenece.
En Occidente se ha creado en los últimos 50 años una cultura y unos hábitos, impulsados por las multinacionales del sector, que elimina este cuerpo a cuerpo de la madre con la criatura y deshumaniza la crianza: al sustituir la piel por el plástico y la leche humana por la leche artificial, se separa más y más a la criatura de su madre. Incluso se han fabricado modelos de walkyes talkys especiales para escuchar al bebé desde habitaciones alejadas de la suya. El desarrollo industrial y tecnológico no se ha puesto al servicio de las pequeñas criaturas humanas, llegando la robotización de las funciones maternas a extremos insospechados.
Simultáneamente a esta cultura de la crianza de los bebés, se medicaliza cada vez más la maternidad de las mujeres; lo que tendría que ser una etapa gozosa de nuestra vida sexual, se convierte en una penosa enfermedad. Entregadas a los protocolos médicos, las mujeres adormecemos la sensibilidad y el contacto con nuestros cuerpos, y nos perdemos una parte de nuestra sexualidad: el placer de la gestación, del parto y de la exterogestación, lactancia incluida. Paralelamente las mujeres hemos accedido a un mundo laboral y profesional masculino, hecho por los hombres y para los hombres, y que por tanto excluye la maternidad; por eso la maternidad en la sociedad industrializada ha quedado encerrada en el ámbito privado y doméstico. Sin embargo, durante milenios la mujer ha realizado sus tareas y sus actividades con sus criaturas colgadas de sus cuerpos, como todavía sucede en las sociedades no occidentalizadas. La imagen de la mujer con su criatura tiene que volver a los escenarios públicos, laborales y profesionales, so pena de destruir el futuro del desarrollo humano.
A corto plazo parece que el modelo de crianza robotizado no es dañino, que no pasa nada, que las criaturas sobreviven; pero científicos como Michel Odent (1999 y www.primal-health.org), apoyándose en diversos estudios epidemiológicos, han demostrado la relación directa entre diferentes aspectos de esta robotización y enfermedades que sobrevienen en la edad adulta. Por otro lado, la violencia creciente en todos los ámbitos tanto públicos como privados, como han demostrado los estudios de la psicóloga suizo-alemana Alice Miller (1980) y del neurofisiólogo estadounidense James W. Prescott (1975), por citar sólo dos nombres, también procede del mal trato y de la falta de placer corporal en la etapa primera de la vida humana. También hay estudios que demuestran la correlación entre la adicción a las drogas y los trastornos mentales, con agresiones y abandonos sufridos en la etapa primal. Por eso los bebés lloran cuando les falta lo que se les quita ; ell@s saben lo que necesitan, lo que les correspondería en ese momento de sus vidas.
Deberíamos sentir un profundo respeto y reconocimiento hacia el llanto de los bebés, y pensar humildemente que no lloran porque sí, o mucho menos, porque son malos. Ellas y ellos nos enseñan lo que estamos haciendo mal.
También deberíamos reconocer lo que sentimos en nuestras entrañas cuando un bebé llora; porque pueden confundir la mente, pero es más difícil confundir la percepción visceral. El sitio del bebé es nuestro regazo: en esta cuestión, el bebé y nuestras entrañas están de acuerdo, y ambos tienen sus razones.
No es cierto que el co-lecho (la práctica de que los bebés duerman con sus padres) sea un factor de riesgo para el fenómeno conocido como ‘muerte súbita'. Según The Foundation for the Study of Infant Deaths, la mayoría de los fallecimientos por ‘muerte súbita' se producen en la cuna. Estadísticamente, por lo tanto, es más seguro para el bebé dormir en la cama con su madre y su padre que dormir solo, excepto si éstos son alcohólicos o drogadictos o excesivamente obesos.
Por todo lo que hemos expuesto, queremos expresar nuestra gran preocupación ante la difusión del método propuesto por el neurólogo E. Estivill en su libro Duérmete Niño (basado a su vez en el método Ferber divulgado en Estados Unidos), para fomentar y ejercitar la tolerancia de las madres y los padres al llanto de sus bebés; se trata de un conductismo especialmente radical y especialmente nocivo teniendo en cuenta que el bebé está aún en una etapa de formación. No es un método para tratar los trastornos del sueño, como a veces se presenta, sino para someter la vida humana en su más temprana edad. Las gravísimas consecuencias de este método, han empezado ya a ponerse de manifiesto.
Necesitamos una cultura y una ciencia para una crianza acorde con nuestra naturaleza humana, porque no somos robots, sino seres humanos que sentimos y nos estremecemos cuando nos falta el cuerpo a cuerpo con nuestros mayores. Para contribuir a ello, para que tu hijo o tu hija deje de sufrir YA, y si te sientes mal cuando escuchas llorar a tu bebé, hazte caso, cógele en brazos para sentirle y sentir lo que está pidiendo; posiblemente sólo sea eso lo que quiere y necesita, el contacto con tu cuerpo. No se lo niegues.
Lista completa de firmas de apoyo a la declaración: www.suenoinfantil.org
Extraído del sitio web:www.casildarodriganez.org